Nada como un café para activarnos los lunes y comenzar la semana de trabajo. Hoy en día tomamos muchos tipos de café: café soluble, café de abuela, café expreso y café de cápsulas (sin contar con los frappé, los helados o cualquier otra variante.

Los amantes del buen café, los que salivan solo con su olor, los que prefieren olerlo a saborearlo coinciden en que la mejor cafetera es la expresso, la máquina de café inventada por Angelo Moriondo.

Moriondo nació en Turín, esta cafetera solo podía venir de un italiano estiloso del norte. La sangre emprendedora corría por sus venas ya que su abuelo tenía una fábrica de licores. Y ya sabéis que después de la resaca un café ayuda, aunque sea para presentarnos en la comida familiar de turno o en la reunión con el jefe.

En 1884 se creó un antes y un después para la industria cafetera, Moriondo creó una maquina de vapor para conseguir el café espresso tal y como lo conocemos hoy.

Una visita a Italia incluye tomar un buen café, ver cómo el camarero muele la cantidad justa para que desprenda todo su aroma, como presiona el café y como pone el cacillo en la cafetera para que un café cremoso caiga en nuestra taza.

Si tengo que elegir una cafetera para el hogar sin duda elegiría la De’longui Dedica, de acero inoxidable que me permite elegir la variedad de café. Es estrecha y puedes servir dos tazas a la vez. Olvídate de las contaminantes máquinas de café en cápsulas y pásate a la antigua expresso. Si no lo haces por el planeta, hazlo por Moriondo.