Quién inventó el sacapuntas eléctrico
Durante años, el cuchillo fue la herramienta más utilizada para afilar el instrumento de escritura de madera conocido como lápiz (que los historiadores creen que se inventó en el siglo XV o XVI). Pero tallar la madera para obtener una punta era un proceso largo, tedioso e inexacto. A medida que los lápices se hacían más omnipresentes en la vida cotidiana, se hizo evidente que se necesitaba una forma más rápida y eficaz de afilarlos. Por suerte, dos franceses estuvieron a la altura del desafío.
El 20 de octubre de 1828, el matemático parisino Bernard Lassimone solicitó y obtuvo la patente francesa número 2444 por su invención del «taille crayon», traducido al español como «sacapuntas». Un año después de recibir la patente, el «taille crayon» se anunciaba en Le Constitutionnel, un influyente periódico político y literario de París, como la mejor forma de afilar los lápices. Empleaba dos pequeñas limas metálicas inclinadas a noventa grados en un bloque de madera que funcionaba para tallar, raspar y moler la madera del lápiz para crear una punta. Aunque este fue el primer sacapuntas mecánico, no era mucho más rápido, ni menos trabajoso, que usar un cuchillo.
¿Quién inventó el primer sacapuntas para lápices?
En 1847, el noble francés Thierry des Estivaux inventó un sencillo sacapuntas manual en su forma moderna reconocible. El primer sacapuntas estadounidense fue patentado por Walter Kittredge Foster, de Bangor, Maine, en 1855.
¿Por qué John Lee Love creó el sacapuntas?
John Lee Love, un hombre de raza negra, escribió en su solicitud de 1897 en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos que su invento pretendía ser un «dispositivo mejorado» de sacapuntas, de construcción y funcionamiento sencillos, que también podía servir como pesos de papel o adornos de escritorio.
¿Qué inventó John Love?
John Lee Love fue un inventor afroamericano más conocido por haber patentado un sacapuntas portátil conocido como «Love Sharpener».
Partes de un sacapuntas
Un sacapuntas (también conocido como pencil pointer o en Irlanda como parer o topper)[1] es una herramienta que sirve para afilar la punta de un lápiz al afeitar su superficie desgastada. Los sacapuntas pueden funcionar manualmente o con un motor eléctrico. Es habitual que muchos sacapuntas tengan una carcasa alrededor, que se puede retirar para vaciar los restos de las virutas de lápiz en un contenedor.
El desarrollo de los sacapuntas comenzó en Francia cuando un libro francés de 1822 informaba detalladamente sobre una invención del Sr. C. A. Boucher (París) para la construcción de un sacapuntas. El Sr. Boucher trabajaba con pantógrafos y, al parecer, necesitaba un dispositivo para afilar los lápices con precisión[2][3] El dispositivo del Sr. Boucher era técnicamente sensato y funcional. Su idea también era conocida y reconocida internacionalmente, como demuestran los informes correspondientes en la literatura alemana de la época[4], pero el Sr. Boucher no había solicitado una patente para su sacapuntas. El uso comercial de sus inventos es poco probable.
El matemático francés Bernard Lassimonne (Limoges) solicitó la primera patente del mundo (patente francesa nº 2444) sobre un sacapuntas en 1828[5] Los dispositivos sacapuntas que utilizaban su patente fueron producidos y vendidos por Binant, una tienda de accesorios de pintura en París. [3] En 1833, en Inglaterra, Cooper & Eckstein patentaron el llamado Styloxynon, un sencillo dispositivo que consistía en dos limas afiladas colocadas en ángulo recto en un pequeño bloque de madera de palisandro[6][7] Este es el sacapuntas más antiguo del que se conservan ejemplos[8].
¿Quién inventó la goma de borrar?
¿Cuándo fue la última vez que utilizó un lápiz? ¿Intentabas con pesimismo un crucigrama críptico? ¿Estaba creando su próxima obra de arte innovadora? ¿Estaba marcando una superficie de roble para el diseño de un hermoso armario?
Lo más probable es que la última vez que usaste un lápiz fuera en la escuela primaria, rompiendo tranquilamente la punta para poder ir a pasar el rato con tus amigos en el sacapuntas del escritorio de los profesores. En esos días de ensueño de la infancia, el lápiz era tu herramienta de trabajo, tu arma preferida y el instrumento que te unía a tus amigos en el aprendizaje, la creatividad y, sobre todo, la procrastinación.
Como adultos, rara vez utilizamos un lápiz cuando tenemos otra herramienta disponible; ya sea la hermosa pluma estilográfica que te regalaron para celebrar tu ascenso, o el fiel bolígrafo que tiene el nivel justo de raspado y flujo de tinta que te da la máxima satisfacción un lunes por la mañana.
El humilde lápiz tiene una larga y variada historia, desde sus orígenes como herramienta de artista, sus primeras formas de estilete en la época romana, el avance hacia los núcleos de grafito y las diversas iteraciones de su sencillo diseño para el conocedor moderno. Independientemente de la cronología histórica, un hecho sigue siendo el mismo: un lápiz sin punta no tiene sentido.
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John Lee Love fue el inventor del sacapuntas portátil, conocido como «Love Sharpener». Existen muy pocos datos sobre su vida, aunque se cree que nació el 26 de septiembre de 1889.
Love trabajó como carpintero en la comunidad de Fall River, Massachusetts. En 1897 solicitó una patente para un sacapuntas portátil. Su solicitud especificaba que su invento era un «dispositivo mejorado» que podía servir de pisapapeles o de adorno. El diseño era sencillo, e incluía una manivela y un compartimento para recoger las virutas del lápiz. En el invento de John Lee Love, el lápiz se introduce en la abertura del sacapuntas y se hace girar a mano. Se le conocía coloquialmente como el «sacapuntas de Love». El sacapuntas ha estado en uso continuo desde que se fabricó por primera vez. El sacapuntas de Love fue patentado el 23 de noviembre de 1897 (patente estadounidense nº 594.114).
Aunque el sacapuntas fue el invento más exitoso de Love, no fue el primero. En 1895, creó y patentó un gavilán de yesero mejorado, utilizado por yeseros y albañiles. El diseño de Love contaba con un mango desmontable y una tabla de aluminio plegable, lo que lo hacía portátil y ligero. Este aparato se sigue utilizando hoy en día. Love contrató a abogados de bufetes de Nueva York y Boston para que le representaran mientras solicitaba sus dos patentes.