Historia del teléfono
Es un aspecto de la vida moderna sin el que a la mayoría de nosotros nos costaría vivir. Pero hasta finales del siglo XIX, la forma más rápida de comunicarse era la carta, más rápida con la llegada del ferrocarril, pero aún lejos de ser instantánea.
En la década de 1870, el escocés Alexander Graham Bell trabajaba en el Instituto Clarke para Sordomudos de Northampton (Massachusetts). Allí conoció al presidente del instituto, un destacado abogado de patentes llamado Gardiner Greene Hubbard.
Este dispositivo fue diseñado como una mejora de la telegrafía convencional, no como un teléfono. Sin embargo, Bell comenzó a especular sobre la posibilidad de poder mantener conversaciones a larga distancia.
Primer tipo de transmisor de Bell con diafragma de membrana. Se trata de una réplica exacta del primer teléfono de Bell, fabricado en junio de 1875 por Charles Williams Jr. de Boston, cuyo nombre está estampado en el zócalo.
acerca del primer tipo de transmisor Bell con diafragma de membrana. Esta es una réplica exacta del primer teléfono de Bell fabricado en junio de 1875 y fue hecho por Charles Williams Jr. de Boston, cuyo nombre está estampado en el zócalo.
¿Quién inventó el primer teléfono y cuándo?
Fue en esta época, 1876-1877, cuando surgió un nuevo invento llamado teléfono. No es fácil determinar quién fue el inventor. Tanto Alexander Graham Bell como Elisha Gray presentaron en la oficina de patentes de Washington, el 14 de febrero de 1876, solicitudes de patente independientes relativas al teléfono.
¿Quién inventó el primer teléfono?
A Alexander Graham Bell se le atribuye el mérito de ser el inventor del teléfono, ya que su patente y demostraciones de un aparato diseñado para «transmitir telegráficamente sonidos vocales o de otro tipo… provocando ondulaciones eléctricas» tuvieron éxito. Primer teléfono de Bell, junio de 1875.
¿Cuándo inventó el teléfono Alexander Graham Bell?
El 7 de marzo de 1876, Alexander Graham Bell, de 29 años, recibe la patente de su nuevo y revolucionario invento: el teléfono. El escocés Bell trabajaba en Londres con su padre, Melville Bell, que había desarrollado el «Visible Speech», un sistema escrito utilizado para enseñar a hablar a los sordos.
Quién inventó el teléfono móvil
Alexander Graham Bell nació el 3 de marzo de 1847 en Edimburgo (Escocia). Desde el principio estuvo inmerso en el estudio del sonido. Su padre, su tío y su abuelo eran autoridades en elocución y logopedia para sordos. Se suponía que Bell seguiría los pasos de la familia al terminar la universidad. Pero después de que los otros dos hermanos de Bell murieran de tuberculosis, Bell y sus padres decidieron emigrar a Canadá en 1870.
Tras un breve periodo viviendo en Ontario, los Bell se trasladaron a Boston, donde establecieron consultas de logopedia especializadas en enseñar a hablar a niños sordos. Una de las alumnas de Alexander Graham Bell fue la joven Helen Keller, que cuando se conocieron no sólo era ciega y sorda, sino también incapaz de hablar.
Aunque el trabajo con los sordos seguiría siendo la principal fuente de ingresos de Bell, éste continuó realizando sus propios estudios sobre el sonido. La incesante curiosidad científica de Bell condujo a la invención del fotófono, a importantes mejoras comerciales en el fonógrafo de Thomas Edison y al desarrollo de su propia máquina voladora sólo seis años después de que los hermanos Wright lanzaran su avión en Kitty Hawk. Mientras el presidente James Garfield agonizaba de una bala asesina en 1881, Bell se apresuró a inventar un detector de metales en un intento infructuoso de localizar la bala mortal.
Quién inventó el teléfono en 1876
Una breve reseña histórica: La imprenta fue la gran innovación en las comunicaciones hasta que se desarrolló el telégrafo. La imprenta siguió siendo el formato clave para los mensajes masivos durante años, pero el telégrafo permitió la comunicación instantánea a grandes distancias por primera vez en la historia de la humanidad. El uso del telégrafo se desvaneció a medida que la radio se hizo fácil de usar y se popularizó; mientras se desarrollaba la radio, el teléfono se convirtió rápidamente en la forma más rápida de comunicarse de persona a persona; después de que se perfeccionara la televisión y se desarrollaran los contenidos para ella, se convirtió en la forma dominante de la tecnología de comunicación de masas; la Internet vino después, y los periódicos, la radio, los teléfonos y la televisión se están integrando en este medio de información de gran alcance.
Como ocurre con muchas innovaciones, la idea del teléfono surgió mucho antes de que se hiciera realidad. Mientras que al innovador italiano Antonio Meucci (en la foto de la izquierda) se le atribuye la invención del primer teléfono básico en 1849, y el francés Charles Bourseul ideó un teléfono en 1854, Alexander Graham Bell obtuvo la primera patente estadounidense del aparato en 1876. Bell comenzó sus investigaciones en 1874 y contó con apoyos financieros que le proporcionaron el mejor plan de negocio para sacarlo al mercado.
Se inventó el teléfono
Alexander Graham Bell (/ˈɡreɪ.əm/, nacido Alexander Bell; 3 de marzo de 1847 – 2 de agosto de 1922)[4] fue un inventor, científico e ingeniero de origen escocés[N 1] al que se le atribuye la patente del primer teléfono práctico. También fue cofundador de la American Telephone and Telegraph Company (AT&T) en 1885[7].
El padre, el abuelo y el hermano de Bell habían trabajado en el campo de la elocución y el habla, y tanto su madre como su esposa eran sordas, lo que influyó profundamente en el trabajo de Bell[8]. Su investigación sobre la audición y el habla le llevó a experimentar con dispositivos auditivos, lo que finalmente culminó con la concesión a Bell de la primera patente estadounidense para el teléfono, el 7 de marzo de 1876[N 2]. Bell consideraba que su invento era una intrusión en su verdadero trabajo como científico y se negaba a tener un teléfono en su estudio[9][N 3].
Muchos otros inventos marcaron la vida posterior de Bell, incluyendo trabajos pioneros en telecomunicaciones ópticas, hidroplanos y aeronáutica. Bell también ejerció una gran influencia en la National Geographic Society[11] y en su revista mientras ejerció de segundo presidente desde el 7 de enero de 1898 hasta 1903.